viernes, 14 de octubre de 2011

Marca personal y política de contactos en redes sociales

Diversas son, creo, las teorías y opiniones que al respecto de la política de contactos en redes sociales deben mantenerse, políticas que, además, pueden ser diversas según hablemos de una red de carácter profesional como es LinkedIn, una red más orientada al ocio y al ámbito personal como sería Facebook, o un mix pleno de viralidad como sería el caso de Twitter.

En el caso del ámbito profesional las recomendaciones mayoritarias suelen ir en el sentido de mantener contactos en las redes sociales que reflejen contactos reales y de nuestro ámbito de trabajo y 'expertise', unas relaciones de calidad y que muestren al exterior en qué temáticas somos profesionales relevantes.

En el caso de de redes de orientación personal como Facebook la política suele ser más laxa y aperturista pero, en general,las recomendaciones que he leído suelen apuntar de nuevo a contactos o amigos que realmente estén en nuestro círculo de confianza, aunque en en este tipo de redes parezca más admisible el descubrimiento de contactos virtuales, siempre teñido de cierta prudencia.

Algo diferente parece el caso de Twitter en que no hay un verdadero contacto bilateral sino que, simplemente, una persona puede seguir a otra. Ésta última puede devolverle 'el seguimiento' (perdónese la expresión) o, por el contrario, bloquearlo pero, en general, la decisión de seguir o o no a una persona es unidireccional y no supone obligatoriamente una reacción por parte del 'seguido' ni afecta de manera relevante a su reputación. En ese sentido, no hay un concepto de contacto o amistad tan claro como en los casos precedentes. Una política similar parece seguir Google+ con sus círculos, de muy diferente interfaz de usuario, pero con una política subyacente de contactos bastante próxima a la de Twitter.

Lo que sí parece bastante extendido es, como decía más arriba, la prudencia y contención en el caso de redes profesionales.

En ese sentido me ha parecido llamativa la afirmación que vierte Dan Schawbel en su famoso libro 'Yo 2.0'. Hablando de redes profesionales, y muy en concreto de LinkedIn, nos dice:

"Recuerde que sus contactos de segundo y tercer grado se multiplicará a medida que establezca los de primer grado. Por eso debe aceptar a todo el mundo como nuevo contacto y no mostrarse demasiado crítico."

¿No contradice esta afirmación el consenso más o menos generalizado sobre los contactos profesionales en redes sociales?

En cierto modo creo que sí, y es una prueba de que no existe una completa unanimidad al respecto. Sin embargo, creo que tras una ligera reflexión podemos dar con la clave y es que, en el caso de los contactos en redes sociales, como en cualquier ámbito de decisión, lo correcto depende en gran medida de nuestros objetivos. 

Para un profesional, digamos, normal, parece que refuerza su imagen y la utilidad de la red el mantener contactos con personas de su verdadero ámbito profesional y a los que probablemente conozca en su mayoría personalmente: clientes, proveedores, socios, colaboradores, compañeros, etc quizá extendidos con otros contactos procedentes del ámbito virtual (por ejemplo, compañeros de grupo de discusión en redes sociales profesionales o bloggers afamados del mismo ámbito de conocimiento y expertise). Ese círculo de contactos no sólo puede resultar de utilidad a efectos prácticos sino que, de alguna forma, refuerza la imagen de marca del profesional, su marca personal.

Pero existen otras situaciones...como puede ser la del propio Dan Schawbel. Si la orientación del profesional es hacia ámbitos como la consultoría, la publicación en prensa y medios digitales, el reconocimiento nacional o mundial como experto, el actuar como conferenciante, el ser autor de libros, etc parece que es conveniente una red muy extensa, cuanto más amplia mejor, para hacer llegar lo más lejos posible el mensaje, para obtener posibles trabajos de consultoría, conferencia o formación, para acceder a nuevos medios. En estos casos, parece que aplica plenamente la recomendación de Schawbel y deberían aceparse casi todos los contactos, sólo rechazando aquellos que claramente fuesen 'spam' o que perjudicasen notablemente la propia fama.

En una situación intermedia podrían encontrarse las personas que buscan una nueva orientación profesional o un nuevo trabajo. En este caso, tal vez no deberían aceptarse todos los contactos pero sí se obtendrían beneficios de una red algo más extensa y abierta en cuanto a tipología de contactos. Al fin y al cabo, una red mas extensa, multiplica la posibilidad de oportunidades y nuevos contactos.

Diversos objetivos, diversas marcas, diversas políticas.

2 comentarios:

  1. En mi opinion en LinkedIn deberías tener contactos reales para que realmente sea útil, es decir gente que has conocido en persona porque sean socios, clientes, proveedores, compañeros o compartan grupos de interés.
    Para acceder a un contacto virtual no necesitas incorporarlo a tu red, probablemente usar un InMail sea mucho más efectivo aunque no consigas mucho con ello.

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  2. Gracias por el cometario 'Anónimo'.

    Ese uso de LinkedIn que planteas es, sin duda, el más ortodoxo, aunque como comento en el artículo, pueden existir otras estrategias.

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